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En la fase de planeamiento se realiza la valoración de las tareas a partir de la asociación con las líneas del presupuesto. De esta manera se obtiene el coste de la tarea. Este coste es el coste previsto antes del inicio de la obra.

Una vez comienza la ejecución de la obra, y en la medida en que se van realizando las diversas tareas, se van conociendo sus costes reales. Y, al mismo tiempo, cada vez que se actualiza el plan de trabajos, se puede cambiar también la previsión del coste de las tareas del plan que restan por ejecutarse.

Al hacer estas nuevas previsiones, a diferencia de la fase de planeamiento, en la que se utilizaban las mediciones del presupuesto a la hora de calcular los importes de cada línea del presupuesto, las mediciones que se tienen en cuenta son las mediciones finales estimadas , los cuales aparecen a la hora de hacer el seguimiento económico de la obra. Estas mediciones finales estimadas son las que indican, en cada momento, cuál es el coste total previsto de la obra.

En la fase de progreso, en el coste de la tarea interviene un nuevo elemento, como es el importe certificado (o ejecutado realmente) de cada línea del presupuesto. Estos importes, imputados a las tareas a las que se habían asignado las respectivas líneas de presupuesto en la fase de planeamiento, son los que van definiendo el coste real de las tareas a medida que éstas se van ejecutando.

Es decir, el coste de una tarea viene dado por:

• En la fase de planeamiento: el de las líneas de presupuesto asignadas.
• En la fase de progreso:
  • Tarea ejecutada: el de las líneas ya certificadas asignadas
  • Tarea en ejecución: el de las líneas ya certificadas asignadas, más las líneas de presupuesto aún no certificadas y asignadas a la tarea (con mediciones finales estimadas).
  • Tarea pendiente de ejecutar: el de las líneas de presupuesto asignadas a la tarea (con mediciones finales estimadas).

Este esquema sería realmente así si en el transcurso de la obra no se produjeran cambios de asignación del presupuesto a las tareas y si, para cada período de certificación, las líneas certificadas estuvieran asignadas a tareas en ejecución. Y, además, que una vez terminada una tarea, las líneas que le fueran asignadas ya no se certificaran más. Esto último significaría que su medición final estimada sería igual a la medición certificada.

Pero la realidad es que esto no es siempre así, ya que en la inmensa mayoría de los casos la ejecución de una obra difiere de la previsión que se había hecho en la fase de proyecto. Por tanto, el programa asume esta realidad y, en las actualizaciones del plan de trabajos, permite hacer los cambios necesarios para ir adaptando la planificación de la obra (véase la Vista de la asociación económica (progreso)).

Y, por otro lado, asume que haya ciertas incoherencias, resolviéndose las de una determinada manera.

Estas incoherencias son debidas a que puedan existir tareas aún no comenzadas, pero que tengan asignadas líneas con certificación. O al revés, que haya tareas finalizadas que tengan asignadas líneas de presupuesto a las que aún les quede un determinado medición remanente para certificar.

La forma como el programa trata estos casos, a fin de calcular el coste de cada tarea (independientemente de su estado de ejecución), es la siguiente:

Coste tarea = Importe certificado de las líneas asignadas a la tarea + Importe remanente de las líneas asignadas a la tarea

• El importe certificado del primer término es el sumatorio, para todos los períodos de certificación, del importe correspondiente a las líneas certificadas que hayan sido asignadas a la tarea en cada uno de estos períodos.
• Y el importe remanente hace referencia al importe remanente de las líneas que en el momento de la actualización del plan estén asignadas a la tarea.

Esto explica que una tarea que aún no ha comenzado pueda tener, como componente de su coste, una parte de importe certificado. Y que una tarea que ya ha finalizado tenga todavía una previsión de coste remanente hasta el final de la obra.

Sin embargo, el programa permite también que el usuario pueda, si lo cree conveniente, modificar manualmente el comportamiento por defecto asignado al análisis económico. Estas modificaciones son de dos tipos:

• Cambiar el reparto de los importes certificados en el periodo actual de certificación
• Cambiar el reparto del importes remanentes pendientes de certificar

Esto se detalla en el apartado Conceptos generales del análisis económico (progreso).

El resultado final de la valoración económica de las tareas y de la ejecución del análisis económico, en la fase de progreso, es obtener el coste de cada tarea y la previsión de certificaciones hasta el final de la obra.

Como en la fase de planeamiento, el coste asignado a una tarea se puede repartir de diferentes maneras dependiendo de la función de distribución que tenga asignada.